Mi sobrino tenía una nueva adquisición, una batería de juguete. Sólo venía con un platillo y en casa ya había uno, pero con los bordes bastante rajados, y aparte era demasiado grande.

Primero empecé por hacer el pié, tenía una varilla roscada de 3/8″ de la cual corté tres pedazos para las patas, soldar la primera apoyada en el piso fue fácil. La segunda ya fue un poco más complicado, no teniendo donde fijarla la soldé «a ojo» y sosteniéndola con la mano.

Para la tercera lo que hice fue sostenerla atada con un hilo de una columna lo más derecha posible y con bastante dificultad soldarla.

Increíblemente quedó derecho, sólo tuve que desbastar un poco una pata, eso que mis habilidades con la soldadora son limitadas.

Detalle patas

Una vez listo el pié le puse un par de tuercas, un par de arandelas y un tope de goma de esos para que el picaporte no rompa la pared, y el plato mismo.

Detalle inferior

Luego con un marcador indeleble marqué por donde iba a cortar. Para esto dejé el brazo apoyado en el plato y contra la varilla roscada que sobresalía por arriba mientras giraba el plato con la otra mano. Quedó un círculo decente, y, armado con una amoladora angular, procedí a cortarle las partes rajadas. Para evitar que se siga rajando, y para que quede de un tamaño más acorde a una batería infantil.

Cortar un plato con la amoladora resultó un desafío, el disco de corte es un poco grande, y hacer un círculo perfecto es casi imposible. Probé también con una caladora, pero no tenía como asegurarlo y vibraba demasiado.

Opté por seguir con la amoladora pero cortando de a pequeñas partes para luego emparejarlo desbastándolo.

Restos del plato

Finalmente, una pulida, otro tope para puerta, arandela, tuerca mariposa y a rockearla.

Detalle superior

 

Plato Terminado

Un tiempo después, mi (falta de) habilidad con la soldadora, pasó factura. Tuve que soldarlo de nuevo. Para ese momento ya tenía un poco más de práctica y -creo- que quedó bien.

En retrospectiva, haber usado una varilla roscada tiene sus ventajas y desventajas, por un lado es muy fácil ajustarle la altura del plato, pero por otro lado es un poco más flexible de lo que debería y se mueve un poco, sin embargo se sostiene muy bien, eso que probé darle unos buenos golpes.